Raza, talento, disciplina, constancia, positividad, confianza, madurez,... son muchos los calificativos que podrían definir a Carolina Marín. Una deportista única, que desde un pequeño rincón de Europa, donde el badminton no era, ni mucho menos un deporte referente, se propuso cambiar la historia y lo consiguió.
Paso a paso fue derribando muros, primero en nuestro país, para salir a la conquista de Europa, y de ahí a dominar el panorama mundial, y poner el colofón con su medalla de oro olímpica.
Algo único, pocas veces visto en el mundo del deporte. En Asia es una aténtica estrella, al nivel de los astros del balón. Y por supuesto, en Huelva, lo es también.
Carolina ha cumplido un sueño, y ha competido en su ciudad, a la que tanto quiere, y a la que tanto nombra cuando no puede disfrutar de ella debido a su vida de deportista de élite mundial.
En el pabellón que lleva su nombre, se proclamó por cuarta vez Campeona de Europa, venciendo a la rusa Evgeiya Kosetskaya (25-15, 21-7), con una gran solvencia. No es su título más importante, pero seguro que es el que con más emoción ha vivido durante cada minuto de campeonato. Nuestro colegio quiso ser partícipe de este evento único, y durante dos jornadas pudimos vivirlo. ¡Gracias Carolina!
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